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Mostrando entradas de febrero, 2025

Accidentalidad en flotas de transporte pesado: las excusas de siempre

  Accidentalidad en flotas de transporte pesado: las excusas de siempre Por: Carlos R. Flores Director Ejecutivo Cambio Cultural Consultores – direccion@cambiocultural.net Se ha observado un incremento reciente en los accidentes de flotas de transporte pesado y, con ello, las graves consecuencias en términos de fatalidades y lesiones invalidantes para todos los actores viales. El punto es que un camión pesado tiene una energía potencial abrumadora en caso de colisión vial, lo que prácticamente garantiza la ocurrencia de fatalidades. Esto es un hecho innegable: un camión pesado es un misil con ruedas. Pero las realidades no terminan allí. Un accidente de un vehículo pesado tiene varios ángulos que, desde la perspectiva de un observador —o de un cliente de esas compañías—, afectan seriamente la reputación empresarial como un proveedor confiable, capaz de garantizar que los accidentes con la carga que transporta no ocurran. Cuando toma lugar una colisión con víctimas fatale...

Una décima para Don Ildefonso -Por Carlos R. Flores

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  Una décima para Don Ildefonso Por: Carlos R. Flores —¡Cómo no me voy a acordar de don Ildefonso Calderón! ­—respondió mi amigo Rufus, casi al punto de la indignación, cuando le pregunté sobre ese personaje de Ciudad Fiel­—. Su muerte fue uno de los acontecimientos más grandes que he podido presenciar en la provincia —enfatizó con una vigorosa gesticulación de sus manos. —¿Fue cierto que era poeta? —aventuré en tono cuidadoso, para evitar que me escucharan los comensales alrededor de nuestra mesa, en el irreverente ambiente de la comidería La Cumbiamba —. Alguien aseguró que don Ildefonso era tan ducho a las poesías, que ya en sus últimos años, solo le gustaba hablar en décimas . —Por supuesto que sí —contestó con convicción—. Era famoso por sus décimas , las que recitaba de improviso ante cualquier circunstancia; ya sea como piropo, como halago, queja o insulto. En eso nadie le metía las manos. —Aunque dicen que lo más tremendo fue su entierro —acoté— por la gran cantid...